Cuando Gehry empezó este proyecto para la marca de vodka de Pernod Ricard, decidió viajar a Polonia, país de origen de la marca Exquisite, para inspirarse. El resultado de esta pelegrinación ha sido una botella “cuyo diseño fusiona la vanguardia con la tradición polaca”, según dijo la marca en el lanzamiento del producto.
No deja de ser curioso que un arquitecto tan mundialmente conocido se dedique ahora al packaging, pero visto la elegancia de la botella, no se puede negar el buen trabajo que ha realizado. A pesar de esto, yo le veo una pega: parece una botella de perfume.
Premium Exquisite se vende en España a un precio aproximado de 50 euros.
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