Hoy hablaremos de las campañas en contra del tabaquismo. Estas campañas, al igual que las de la DGT, suelen buscar el impacto e incluso el miedo con imágenes duras y conceptos claros y crudos.
Un ejemplo de campaña sorprendente es la que hizo Francia en 2002. Un anuncio emitido por las 7 principales emisoras de televisión informaba: "Aviso a los consumidores: restos de ácido cianídrico, de mercurio, de acetona y de amoniaco han sido descubiertos en un producto de consumo corriente. Para saber más, llame gratuitamente al 0 800 404 404". No hace falta decir que cundió el pánico, por el miedo que se tratara de un alimento o un producto higiénico. Miles de franceses llamaron al número indicado, para escuchar un contestador automático explicar que se trataba simple y llanamente de los cigarrillos. El impacto mediático fue bestial, llegando a colapsar el contestador automático en pocos minutos. La estética del anuncio -una frase escrita sobre fondo negro, leída por una voz en off- resultó suficiente para desencadenar el desconcierto entre el público, que cada vez distingue menos entre la información y la publicidad.
Por otro lado, encontramos anuncios como los siguientes:
Por otro lado, encontramos anuncios como los siguientes:
Ale pues, ¡a dejar de fumar!
1 comentario:
Buah, sorprendente lo del anuncio francés. Bueno, sorprendente tampoco prqué contando la primera parte te imaginas la segunda, que la gente llama en masa.
Los de las fotos son graciosos aunque si yo fumara dudo que eso me haría cambiar de idea.
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